Un 30% de los alumnos
que ingresan a la educación superior deserta de su carrera durante el primer
año, así lo indica un informe del Servicio de Información de la Educación Superior
del Ministerio de Educación Superior en Chile.
En promedio tres de
cada 10 estudiantes dejan su carrera durante su primer año de estudios, ya sea
por motivos vocacionales o económicos. Sin embargo, del 30,6% que deserta hay
un porcentaje significativo que reingresa a la educación superior, cifra que
llega al 44%. Así, habría un 17,2% de jóvenes que salen de forma definitiva del
sistema, al menos en los tres años siguientes.
Las universidades
privadas del Consejo de Rectores (G9) son las instituciones con el mayor
porcentaje de retención, con un 82,8%. Las universidades estatales, en tanto,
logran 78,6% de retención, y las privadas, 73,1%. Por otro lado, los CFT
(Centros de Formación Técnica) son los que tienen la peor cifra, con un 36% de
deserción, mientras que en los IP (Institutos Profesionales) un 32,8% se retira
durante el primer año.
En el caso de las
universidades, las con más baja retención son aquellas que no están
acreditadas, como la U. de Los Leones o la U. SEK. En los planteles
acreditados, la U. de Las Américas (UDLA) y la Gabriela Mistral presentan los
más bajos registros en esta materia.
En este último plantel
la baja tasa de retención del período se explica por factores coyunturales que
se han superado, y esta caída se concentró sólo en alumnos de primer año La
cifra no considera a los alumnos que se reintegran, fenómeno que, según ellos,
“es más fuerte en universidades con menor acceso a becas o créditos del
Estado”. En ese sentido, la UDLA sostuvo que, considerando a los alumnos que
volvieron, la tasa de deserción alcanzó un 68%. Para este plantel, la
reacreditación es un factor que ya ha permitido mejorar la tasa de retención,
por lo que estiman que próximamente lograrán estar en un rango entre 76% y 80%.
Las razones
Son varias las razones
por la cuales los alumnos deciden desertar de sus estudios durante el primer
año. Algunas de ellas son problemas económicos, factores académicos
vocacionales y aspectos psicológicos, que tienen que ver con la adaptación. En la medida que aumenta la selectividad de las
instituciones estas variables tienden a reducirse, por eso no es raro ver que
la deserción es mayor en las instituciones técnicas, donde los niveles de
selectividad son menores y que, además, por lo general reciben alumnos de más
bajos ingresos.
Por eso, la PSU (Prueba
de Selección Universitaria) y los resultados que tienen los jóvenes se
relacionarían también con la deserción, especialmente porque la prueba tiene
una fuerte relación con el nivel socioeconómico de los alumnos. En esa línea,
los altos puntajes tienen relación con un alto nivel socioeconómico, por lo
tanto, no es raro ver que las instituciones más selectivas, considerando la
PSU, reciben alumnos con mayor capital cultural y, por lo tanto, con menos posibilidades
de desertar tempranamente. Esto explicaría las cifras del Mineduc que muestran
una tasa mayor de deserción en CFT e IP.
Los factores que pueden
incidir en que los alumnos de CFT e IP tengan menor persistencia en la
educación superior tienen que ver con que sufren mayores presiones financieras
que otros alumnos, no sólo por la matrícula, sino también porque muchas veces
son jóvenes que tienen que aportar a a la economía familiar, además, esto puede
relacionarse con las preferencias que realmente tenían los alumnos y lo que
finalmente terminan estudiando.
Otro factor tiene que
ver con la vocación, esta aparece como una variable más relevante para algunos
grupos, claramente, en la medida que uno no es aceptado en su primera
preferencia de postulación, este riesgo aumenta. Los alumnos de universidades
tradicionales tienen menos este problema que los de las universidades privadas.
La retención
La baja tasa de
deserción al interior de las universidades privadas del Cruch muestra que en
estas instituciones hay un especial cuidado por este tema y que cada uno de los
planteles hace un esfuerzo para desarrollar programas que tienden a favorecer
la mayor retención de estudiantes. Existe una preocupación por el alto
porcentaje de deserción en el resto del sistema y se critica que el proyecto de
reforma a la educación superior no considere este problema. En ese sentido, hay
un silencio en el proyecto en relación a ese tema. Existen altas tasas de
deserción, lo que constituye un elemento muy inconveniente y es una
característica negativa para el sistema, los estudiantes y sus familias.
El plantel con el mayor
porcentaje de retención es la U. de los Andes, con un 90,8%. La universidad se
encarga de acompañar a los estudiantes, especialmente durante el primer año. Hay
profesores asesores para los alumnos, quienes dan un apoyo importante y
oportuno, ya que siempre están al alcance de los jóvenes, además se les hace un
seguimiento de notas a los estudiantes: a los que no les va bien en las
primeras notas, son contactados por la dirección de estudios y se les ofrece
ayuda.
Los estudiantes que desertan
en la educación superior
El estudio del Mineduc
identificó algunos patrones respecto al origen y circunstancias de los
estudiantes que desertan en mayor medida en educación superior. En primer
lugar, los jóvenes provenientes de colegios subvencionados y municipales
registran mayor deserción que aquellos de particulares pagados. Luego,
establecieron que deserta a sus estudios sólo el 4,5% de los alumnos que
tuvieron un puntaje PSU mayor o igual a 800 puntos. Mientras, la cifra aumenta
a 47% en el caso de aquellos con puntajes menores a 450.
En esa línea, los
jóvenes con promedios de Notas de Enseñanza Media (NEM) más altos desertan
menos que aquellos con notas más bajas. Finalmente, el 80,3% de los estudiantes
que fueron beneficiados con becas o créditos continúan sus estudios tras el
primer año, mientras que sólo el 58,1% de quienes no tienen estos aportes
siguen en sus carreras. Por otra parte, las carreras
profesionales que presentan menor deserción son las del área de salud (24,2%) y
las agropecuarias (22,9%).
Las que más alumnos abandonan son del área de
humanidades (31%), ciencias básicas (29,1%), y arte y arquitectura (29,5%). Si
se ve esto detalladamente, las carreras con menor deserción (es decir, con
mayor retención) son Medicina, Ingeniería Civil Plan Común y Licenciatura en
Ciencias de la Ingeniería, Odontología, Administración Pública, y Obstetricia y
Puericultura.