En
Chile pocas instituciones educacionales mencionan la calidad académica en sus estrategias. Mayoritariamente en la publicidad, en esta época de
postulaciones y matrículas, es posible ver como los argumentos principales son
la gestión financiera y una innumerable lista de carreras. Poco o casi nada se dice de un proyecto académico sólido que
respalde lo anterior, argumento fundamental en una estrategia de marketing. Quizás
en el corto plazo resulte efectivo pero también después incide en los altos
niveles de deserción. Las institucionales educacionales se construyen en el
tiempo.
Por
ejemplo, a un postulante chileno, de alto puntaje en PSU, le ofrecieron una
beca completa y un viaje de intercambio o continuar estudios en el extranjero
una vez finalizada su carrera. A otro joven le ofrecieron a costo cero la carrera que quisiera
y un notebook. Miles de alumnos fueron objetivo de estos beneficios. Pero para
ser justos, en una universidad privada, a un postulante, profesores y alumnos le
explicaron a él y sus padres los detalles de la malla curricular y las posibilidades
de financiamiento, en ese orden. La tendencia de atraer a los mejores alumnos a
través de distintas ayudas estudiantiles también ha comenzado a ser una
política entre las instituciones más tradicionales.
Es
una forma de atraer a los jóvenes destacados, porque a todas las universidades
les conviene tener entre sus ingresos buenos puntajes en la PSU. Esto se
explica por el AFI (Aporte Fiscal Indirecto) que es el aporte que hace el
estado hacia las instituciones que hayan matriculado a los mejores. Me parece
que no es positivo que se den estas conductas en las universidades porque se
mercantiliza el sistema y lleva a las instituciones a comportarse como un
mercado de la educación y a ofrecer productos ajenos al proyecto educativo. En mi
opinión el marketing educacional debe estar basado solamente en la gestión
académica. Ese es el producto que se ofrece al mercado.
Cualquier
institución no da lo mismo
En
cualquier país, el joven postulante antes de tomar una decisión de donde
matricularse, es importante que considere algunos factores, porque no existe
una relación directa entre beneficios financieros y calidad académica. Son dos
cosas distintas. Los factores más importantes para realizar una elección
acertada son los siguientes:
Verificar
la Acreditación, que certifica el cumplimiento de un proyecto educativo, junto
con la existencia y aplicación de mecanismos de autorregulación y aseguramiento
de la calidad. Este año a muchas instituciones que “parecían prestigiosas” no
le renovaron la acreditación y otras que postulaban no lo recibieron.
Fijarse
en la Malla Curricular, porque una misma carrera puede tener un enfoque más
teórico o práctico, así como presentar mayor o menor flexibilidad en cursos
electivos.
Tomar
en cuenta los Aranceles, porque el valor de una carrera puede cambiar entre una
institución y otra. Lo mismo rige para la matrícula que se paga al comenzar el
año académico.
Conocer
las Instalaciones e Infraestructura y recorrer la institución para conocer las
bibliotecas, las salas de estudio, de computación, instalaciones y áreas
deportivas, etc. Los videos y fotos no siempre reflejan la realidad.
Tener
conocimiento sobre Empleabilidad y Remuneraciones ya que una misma carrera
puede tener indicadores diferentes según la institución de la que egresó.
Estos
factores mencionados no sólo deben importantes para un postulante sino que
también deberían ser el eje de una
estrategia de marketing seria y responsable, porque una carrera no es sólo una
decisión de vida, sino también una inversión.
1 comentario:
Fijarse en la malla curricular no es un buen parametro. Se ocupan grandilocuentes nombres para diferenciarse en forma de la competencia, pero nada de fondo. Mucho benchmarketing, pero nada de innovación. En general las instituciones académicas demuestran hoy una falta de un proyecto académico de aporte al país y visión de futuro. Solo le dan a la gente lo que quiere, y la gente quiere solo lo que le dan.
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