Según datos del Ministerio de Educación, en
promedio, el 22% de los estudiantes abandona los estudios.
Informe publicado en el Diario La Tercera, de Santiago de Chile.
En los años 80, las
tasas de deserción en las universidades chilenas superaban el 50%. Hoy, en
promedio uno de cada tres alumnos abandona sus estudios al término del primer
año. Un problema que afecta, en su mayoría, a alumnos de primer y segundo año y
a los más vulnerables y que repercute directamente en el bolsillo familiar.
Sólo en las últimas
década se han tomado medidas para revertir la situación. Aun así, de las 52
universidades existentes, 22 siguen teniendo tasas de abandono estudiantil
superior al promedio del país: 22%, al término del primer año. En 17, un cuarto
de los alumnos o más abandona.
De acuerdo con los
últimos datos del Ministerio de Educación, los planteles que tienen las tasas
más altas de deserción son: Universidad del Mar, donde el 42% dejó el plantel;
Arturo Prat y Arcis, con 40%, cada una. Le
siguen Internacional Sek y Ucinf, con 35% de abandono. En la Universidad de
Atacama, un 30% de los estudiantes abandonó al término del primer año; mientras
que en la U. Adventista, Uniacc y Viña del Mar, lo hizo el 28%, y en la
Academia de Humanismo Cristiano, el 27%.
Los indicadores son
los usados para calcular los aranceles de referencia para 2012 y consideran a
la cohorte que ingresó en 2010. El tema afecta también a los planteles, ya que
este será un indicador más importante en los futuros aranceles de referencia.
Son precisamente
estas instituciones las que preocupan al Mineduc. “Nos preocupa el abandono
masivo, por lo que queremos que el nuevo arancel de referencia lo refleje. Que
los planteles se ubiquen como parte de su misión el poder atender a alumnos con
carencias académicas o económicas. Será un instrumento muy potente porque
entregará señales de mayor financiamiento público a las instituciones que
disminuyen la deserción en un ambiente de inclusión social”, dice Ugarte.
La pregunta es ¿cómo
se frena? A juicio del académico de la U. de Talca, Sebastián Donoso, a través
de programas de acompañamiento y nivelación para los jóvenes con brechas
socioeconómicas y de capital cultural. Es lo que ha hecho el
Ministerio de Educación, que ha desplegado una serie de medidas para disminuir
la deserción. Entre ellas, mil becas de nivelación, a partir de este año, para
alumnos vulnerables, que pasarán a 2.500 becas para el próximo año. “Estamos
contentos, pasamos de un 70% a 75% de ramos aprobados entre los alumnos
beneficiados con la beca en el primer semestre. Esperamos que la proyección
hacia el segundo semestre camine en la misma dirección”, explica el jefe de
educación superior del Mineduc, Juan José Ugarte.
Además, el Mineduc
ofrece convenios de desempeño y concursos con fondos públicos ligados a la
capacidad que tienen las universidades por retener a sus estudiantes. “Antes el
fracaso se veía como responsabilidad del alumno. Hoy se está corrigiendo esto y
es necesario que las instituciones se hagan cargo de la educación, que lo
acompañen y le den una real oportunidad”, explica Sebastián Donoso. Es lo que hacen,
según el académico, las universidades con mejores tasas, lista que es liderada
por las Ues. Tradicionales. Entre ellas están la U. del Bío-Bío, Chile,
Católica y UMCE.
Las que preocupan
La carrera de
Ingeniería en la Universidad de Atacama es una de las que más preocupa a las
autoridades del plantel. Cuenta con una matrícula cercana a 800 alumnos, un 40%
de los cuales abandona la carrera al término del primer año. Una realidad que
se replica a nivel institucional. El plantel tiene una tasa de retención del
70%. Es decir, pierde al 30%.
¿Las razones? “Muchos
alumnos son de los quintiles inferiores y vienen con vacíos desde la enseñanza
media que se suman a las dificultades económicas. El otro punto es el
vocacional: se matriculan en carreras de segunda preferencia para ingresar por
dentro a las más demandadas, como Geología e Ingeniería en Minas”, explica el
director de pregrado, Mario Guevara.
En Iquique, las
autoridades del plantel estatal Arturo Prat explican que sus altas tasas se
deben a diversos factores. Entre ellos, los problemas burocráticos que no les
permitieron ingresar a tiempo al Mineduc la lista total de matriculados de
segundo año. Además, el director de docencia, Fernando Cortés, dice que un 48%
de la matrícula corresponde a trabajadores que continúan sus estudios en
pregrado, lo que hace más difícil su retención.
Entre las
instituciones privadas, la Ucinf explica que el abandono de más de un tercio de
los alumnos se debe a las brechas de contenidos que traen de enseñanza media.
“El 95% son egresados de colegios municipales y subvencionados”, dice el
director de Aseguramiento de la Calidad, Alejandro Villela. Otra razón: “Recién
en 2011 fuimos acreditados y los alumnos pudieron acceder al CAE. Antes, muchos
se retiraron por dificultades económicas”. Según la autoridad, la retención de
alumnos desde entonces ha mejorado, porque se han centrado en prestar apoyo de
aprendizaje a los alumnos que lo necesiten.
Para la U. de
Humanismo Cristiano, el panorama es similar. Un 27% de sus alumnos nuevos se
retira. Sin embargo, creen que esto es un mal menor, pues logran revertir las
cifras al final de la carrera. “Si un alumno no tiene las competencias para
continuar, retenerlo puede ser una acción más irresponsable, porque lo único
que genera es que se endeude”, dice el director de planificación del plantel,
Patricio Pulgar.
Medidas
Las universidades
asumen que les cuesta retener a los estudiantes. Pero ya refuerzan las medidas
para que estos no abandonen. En la Ucinf, por ejemplo, a los alumnos de primer
año le realizan una prueba de diagnóstico para detectar las falencias. Tras
esto, cursan programas de nivelación. A partir de 2013 se implementará el
centro de apoyo al aprendizaje, que realizará tutorías especializadas a los
estudiantes que lo necesiten. Lo mismo ocurre cuando el joven reprueba un ramo.
El plantel invierte $ 350 millones al
año en nivelación.
Asimismo, la U. de
Atacama, a partir de este año, realizará una renovación curricular que
incorpora en la malla de estudios cursos de nivelación de matemática, lenguaje
y desarrollo personal. A esto se suma un programa de seguimiento al estudiante
de primer año.
Tasas más altas
Universidad Deserción
(%)
U. del Mar 42
U. Arturo Prat 40
U. Arcis 40
U. Sek 35
Ucinf 35
U. de Atacama 30
U. Adventista 28
Uniacc 28
U. de Viña del Mar 28
A. de Humanismo 27
Tasas más bajas
Universidad Deserción
(%)
U. de los Andes 9
U. de Talca 10
U. del Maule 11
U. Católica 11
U. de Chile 12
U. del Bío Bío 15
U. del Desarrollo 15
Utem 15
U. San Sebastián 15
U. Santo Tomás 15
Fuente: Mineduc
De cualquier manera las tasas de deserción son bastante altas. Algo está fallando en el sistema de "atención al cliente". Parece que no se está haciendo lo suficiente en el tema de la fidelización y servicio al alumno.
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