¿Y cómo estamos por casa?
Muchas instituciones educativas utilizan la
tecnología para recopilar datos e información de los postulantes. Las preguntas
son: ¿Qué hacen con esos datos? ¿Recogen buena información? ¿La analizan y
utilizan? Creo que la brecha generacional
con la tecnología es bastante grande todavía. Big Data es el análisis de
enormes volúmenes de datos (usuarios, clientes) que luego se convierten en
información útil para la toma de decisiones, incluso puede ser en tiempo real.
Es una herramienta importante para identificar
los patrones de comportamiento de las personas y definir situaciones
estratégicas. La estrategias on line con la tecnología Big Data apuntan a
focalizar el esfuerzo, el tiempo y los recursos hacia los mercados que interesa
captar. Es mucho más eficiente y barato enfocarse en los usuarios que pueden ir
a una institución que cubrir grandes segmentos al azar con la publicidad. El
análisis de datos es la forma en que se puede lograr esa eficiencia.
Las instituciones académicas debieran hacer una
buena inversión en plataformas informáticas y
de software para tener datos sobre todo el potencial mercado educativo y
medirlo todo. Esos datos se analizan para mejorar la visibilidad y el alcance
de una propuesta académica, incluso se pueden hacer simulaciones
computacionales destinadas a identificar potenciales postulantes, según edades
y comportamiento y, por supuesto, la forma en que consumen los medios on line y
off line.para así determinar cuáles jóvenes son propensos a ser persuadidos a
postular.
Se puede ver geográficamente el comportamiento
de un potencial postulante para construir una estrategia. Se cruzan datos y se
construyen mapas con puntos de interés, georreferenciación, que también es
parte del mundo de Big Data, creándose indicadores de zonas óptimas con
distintos criterios: probabilidad de postulación o matrícula, edad, estrato
socioeconómico, etc. y en esas zonas se hace campaña. La idea es mapear una
zona para focalizar una campaña. Saber en qué zona hay más potenciales
postulantes o de que colegios egresan los alumnos, donde gana la competencia y
donde no, donde hay lugares de mayor concentración y cuantos irían a pedir
información a la institución. La focalización permite tener una campaña más
eficiente.
Y no sólo sirve para una estrategia territorial
sino que también existe el seguimiento digital, otra faceta de Big Data, con
información de las redes sociales y de los medios que utilizan los jóvenes o
sus padres, registrando los temas y contenidos que le interesan a los
prospectos, identificando los temas que hablan los jóvenes por tramos etarios
para, de ese modo, personalizar los mensajes de una campaña. La inteligencia a
partir de datos de las redes sociales y los medios tradicionales aportan a la
toma de decisiones y para la estrategia misma. Las redes sociales permiten tener
a mano el éxito inmediato de un contenido sobre otro para luego enfocarse en
los mejores resultados y la forma de expresarlo.
El uso de la tecnología es una gran herramienta
para focalizar los recursos institucionales donde es necesario para los alumnos
y así beneficiar la retención y fidelización y no solo para captar alumnos. Los
cálculos de las estrategias se pueden rehacer constantemente de acuerdo a los
datos y muchas decisiones son explicadas por esos datos. Pero también es muy
importante la capacidad de analizarlos correctamente ya que define a quién se
le va a hablar, porque es inútil gastar
dinero en jóvenes que ya están decididos o que definitivamente no van a ir a
una institución.
El Big Data permite tener datos, predecir y
utilizar en una estrategia de marketing educativo. Asi de simple. ¿Cómo estamos
por casa para gestionar la eficiencia de su campaña?