jueves, 6 de octubre de 2016

Marketing Educativo: el Big Data


¿Y cómo estamos por casa?

Muchas instituciones educativas utilizan la tecnología para recopilar datos e información de los postulantes. Las preguntas son: ¿Qué hacen con esos datos? ¿Recogen buena información? ¿La analizan y utilizan? Creo que la brecha generacional  con la tecnología es bastante grande todavía. Big Data es el análisis de enormes volúmenes de datos (usuarios, clientes) que luego se convierten en información útil para la toma de decisiones, incluso puede ser en tiempo real.

Es una herramienta importante para identificar los patrones de comportamiento de las personas y definir situaciones estratégicas. La estrategias on line con la tecnología Big Data apuntan a focalizar el esfuerzo, el tiempo y los recursos hacia los mercados que interesa captar. Es mucho más eficiente y barato enfocarse en los usuarios que pueden ir a una institución que cubrir grandes segmentos al azar con la publicidad. El análisis de datos es la forma en que se puede lograr esa eficiencia.

Las instituciones académicas debieran hacer una buena inversión en plataformas informáticas y  de software para tener datos sobre todo el potencial mercado educativo y medirlo todo. Esos datos se analizan para mejorar la visibilidad y el alcance de una propuesta académica, incluso se pueden hacer simulaciones computacionales destinadas a identificar potenciales postulantes, según edades y comportamiento y, por supuesto, la forma en que consumen los medios on line y off line.para así determinar cuáles jóvenes son propensos a ser persuadidos a postular.

Se puede ver geográficamente el comportamiento de un potencial postulante para construir una estrategia. Se cruzan datos y se construyen mapas con puntos de interés, georreferenciación, que también es parte del mundo de Big Data, creándose indicadores de zonas óptimas con distintos criterios: probabilidad de postulación o matrícula, edad, estrato socioeconómico, etc. y en esas zonas se hace campaña. La idea es mapear una zona para focalizar una campaña. Saber en qué zona hay más potenciales postulantes o de que colegios egresan los alumnos, donde gana la competencia y donde no, donde hay lugares de mayor concentración y cuantos irían a pedir información a la institución. La focalización permite tener una campaña más eficiente.

Y no sólo sirve para una estrategia territorial sino que también existe el seguimiento digital, otra faceta de Big Data, con información de las redes sociales y de los medios que utilizan los jóvenes o sus padres, registrando los temas y contenidos que le interesan a los prospectos, identificando los temas que hablan los jóvenes por tramos etarios para, de ese modo, personalizar los mensajes de una campaña. La inteligencia a partir de datos de las redes sociales y los medios tradicionales aportan a la toma de decisiones y para la estrategia misma. Las redes sociales permiten tener a mano el éxito inmediato de un contenido sobre otro para luego enfocarse en los mejores resultados y la forma de expresarlo.

El uso de la tecnología es una gran herramienta para focalizar los recursos institucionales donde es necesario para los alumnos y así beneficiar la retención y fidelización y no solo para captar alumnos. Los cálculos de las estrategias se pueden rehacer constantemente de acuerdo a los datos y muchas decisiones son explicadas por esos datos. Pero también es muy importante la capacidad de analizarlos correctamente ya que define a quién se le va a hablar,  porque es inútil gastar dinero en jóvenes que ya están decididos o que definitivamente no van a ir a una institución.

El Big Data permite tener datos, predecir y utilizar en una estrategia de marketing educativo. Asi de simple. ¿Cómo estamos por casa para gestionar la eficiencia de su campaña?

miércoles, 5 de octubre de 2016

Marketing Educativo: cuando las sirenas cantan, los marineros se confunden.




 Hablar e intentar realizar estrategias de Marketing Educativo da para todo y para todos. Se requiere mucho trabajo comprender los muchos desafíos planteados y obtener reales soluciones de calidad. Consolidar una institución duradera es mucho más difícil que crear un buen producto educativo. La pregunta es: ¿Cómo quieren ser cuando crezcan? La respuesta es simple: no se tiene que ser correctos sino excelentes. Para lograrlo cuando se hace una estrategia hay que centrarse en la esencia y eliminar lo superfluo e innecesario. No es fácil llegar a lo más profundo de la esencia de una institución para comprenderlo todo. En el marketing educativo hay que aplicar la imaginación, la creatividad y la tecnología para crear cosas asombrosas. Redifinir el problema y el enfoque que se debe dar.

Hay que asumir la responsabilidad completa en  la experiencia que vivirá el usuario, es decir, los jóvenes o sus padres. Algunas instituciones pueden ser excelentes, pero los de marketing creen que pueden aumentar los beneficios con promesas y más promesas. No siempre una estrategia rinde beneficios en el corto plazo.  Simplemente se trata de crear productos académicos de excelencia para lograr una organización duradera y donde todos sus integrantes se sientan motivados a crecer con ella.

Muchas instituciones se preocupan de los focus groups y de intentar saber lo que los usuarios quieren, lo que es muy diferente de preguntarles qué es lo que desean, y eso requiere de los especialistas intuición  e instinto acerca de situaciones que quizás todavía no tienen forma. El trabajo del marketing es saber leer lo que todavía no está. No se trata de aplicar recetas archisabidas por todos y tan replicadas en congresos de la especialidad. Si fueran como dicen sería muy fácil y todas las instituciones serían exitosas. Pero no es así. Se necesita trabajar la empatía, con intuición acerca de los deseos de los usuarios, que es algo más poderoso que el intelecto.

Las reglas habituales de las estrategias no sirven. Se necesitan tres palabras: empatía, concentración y comunicación. Las personas se forman una impresión sobre una institución basándose en como está presentada, en la identidad que proyecta. La experiencia condiciona como van a percibirla, un detalle diferente como que estuviera al servicio del usuario. Se necesita estructurarse en torno a las actividades académicas y no solamente en torno a las categorías de los productos educativos.

El personal, funcionarios, académicos y directivos de una institución educativa, las personas que trabajan, son tan educadas que los mediocres se sienten cómodos sin hacer nada. Hay que eliminar las zonas de confort para intentar hacer lo imposible, y a nadie le gusta eso. Cuando se cuenta con gente muy buena no se necesita estar siempre encima de ellos porque si se espera que hagan grandes cosas se puede conseguir que lo hagan.

En una estrategia es muy importante formarse una visión de conjunto  y también ser un gestor  implacable sabiendo que se está en todos los detalles, es decir, lo importante es la capacidad y saber visualizar la estrategia general fijándose en los aspectos más pequeños. Tener intuición acerca de las estrategias del mercado. La creatividad es la esencia de la imaginación aplicada para una ventaja de las economías innovadoras.

Cuidado, porque cuando las sirenas cantan, los marineros se confunden y como dijo Steve Jobs: existe “la proliferación de estúpidos”.