jueves, 23 de diciembre de 2010

Un saludo de navidad

En estas festividades un gran abrazo para todos mis amigos, lectores y seguidores...

martes, 7 de diciembre de 2010

El alumno es más que una estadística

El personal de la institución es clave en la RELACION con ellos

¿De qué se trata esto? Es muy simple, el producto educacional y el proceso académico siempre serán el mismo. La diferencia corporativa se hace en la convicción, la preferencia y el momento de interacción entre el personal, académicos y funcionarios de la institución académica y el alumno. Esa importante instancia en que se interactúa con ellos, quienes siempre debe ser bienvenidos y atendidos al entrar a la institución educativa. Ir más allá de los conceptos tradicionales; que el joven reciba algo adicional, más que los contenidos académicos, porque de ese modo se construye una mejor atención y se genera una relación de confianza. Un trato afable y cercano de cada una de las personas que trabajan en la institución. Estar preocupados de lo que quieren sus alumnos y cuando alguno manifiesta una necesidad hacerla rápidamente realidad. Atenderlos como si fueran sus amigos.

Aunque esta premisa parece simple, no es fácil de llevar a la práctica. No se trata de transar con los alumnos su proceso académico sino de establecer una relación de personas. Analizar bien a los actores dentro del proceso con ellos para interactuar efectivamente. Se trata de la confianza que se da a los alumnos, lo que permite saber sus necesidades y brindarles un mejor servicio.

Esto se logra porque se conoce a los alumnos directamente sin que se transformen en estudios de mercado y estadísticas. De ese modo, todos quienes trabajan en una institución educacional manejan mucha información directa que transmiten a los directivos para intercambiar experiencias y sugerencias con respecto al servicio entregado por la organización y encontrar maneras de mejorar aquellos puntos débiles que puedan surgir.

Cuando el objetivo está puesto en las personas-alumnos y no en los problemas, las etapas del proceso se pueden llevar a cabo en virtud de llegar a acuerdos en donde todos queden satisfechos y se puedan cimentar relaciones duraderas, que son la base de la recomendación por parte de esos alumnos fidelizados y leales y quiénes, en consecuencia, facilitarán la captación de nuevos alumnos. Son ellos quiénes transmiten su experiencia positiva a los potenciales postulantes.

Poner especial atención en el encuentro o “intercambio cara a cara” con los estudiantes es una parte. La otra es la apreciación del entorno y el diseño de acciones estratégicas que se deben llevar a cabo y que deben estar muy “mapeados” para que cualquier acto realizado por el personal esté finamente calculado. Tiene que haber un control posterior de las promesas.

Aparte de la calidad académica, que se da por hecho, lo que más se aprecia de una empresa educacional es su atención.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

¿Qué carrera y dónde estudiar?

Epoca de DILEMA en los jóvenes


Ya estamos en el mes de diciembre y los estudiantes chilenos deben dar la prueba PSU que les permitirá ingresar a la educación superior. Obviamente, también ha comenzado la publicidad de las instituciones en los medios de comunicación, la que siendo sincero, no existe ninguna que marque diferencia con su creatividad publicitaria. Es lo mismo de lo mismo. La orden es captar alumnos. Todas sus promesas son similares, lo que, pienso yo, confunde aún más al joven postulante. ¿Qué quiero estudiar? al ¿Dónde voy a estudiar? ¿Cómo será mi futuro?

La PUCV realizó una encuesta que llega a la conclusión que un 21% de los jóvenes todavía no sabe que va estudiar. Un 81% aspira llegar a la universidad, de ellos el 68% elegiría una universidad tradicional y un 13% a las privadas, aunque un 22% de los alumnos de colegios privados también las tienen como opción. Sólo un 16% de los encuestados elegiría a un instituto profesional o un centro de formación técnica.

De los colegios particulares el 58% tiene decidida la carrera y la institución. El 22% tiene decidido el programa, pero no el plantel, es decir un 14% lo decidirá cuando conozca su puntaje. En los alumnos de colegios municipalizados un 25% decidirá con el resultado en la mano y un 32% tiene decidida la carrera, pero no la institución.

El 90% de los encuestados valora la acreditación. También creen que cada uno puede generar su propio éxito. Consideran a la suerte, las redes de contactos y el colegio donde estudiaron, como menos importantes. Se valoran así mismos y buscan su propio proyecto personal.

Un problema que también se plantean los jóvenes es elegir una carrera por vocación o una profesión que sea rentable en su futuro. En este caso las presiones familiares acrecientan la indecisión. Los temores tienen que ver con la estabilidad laboral cuando se titulen. Muchos les dicen que con tal o cual carrera “se morirán de hambre”. En esto yo debo manifestar que no existen carreras más o menos rentables. Puede haber un actor exitoso y también un ingeniero fracasado. Cada individualidad profesional podrá desarrollar su carrera si sabe proyectarla correctamente sin sacrificar la vocación y también haciéndola rentable.