La deserción es el debilitamiento de las intenciones
iniciales...
La deserción
estudiantil es uno de los grandes problemas que abordan la mayoría de las
instituciones de educación superior y si se quiere innovar con calidad, se debe conocer al alumno de manera presencial,
viviendo sus propias experiencias. Entender sus necesidades, sus miedos, sus
temores, y de esta manera, percibir sus problemas cotidianos. Un alto número
importante de estudiantes no logran culminar sus estudios universitarios, con
el consecuente costo asociado para la institución. La decisión de un alumno
para permanecer o abandonar una carrera responde a variables como edad, género, lugar de
residencia, metas educativas, carga académica, estado civil, ingresos y
desempeño. Le siguen variables académicas como hábitos de estudio,
orientación académica, ausentismo, certeza en su carrera académica, y
disponibilidad de los cursos tomar. También existen variables de ambiente como
estímulos externos, responsabilidades familiares, oportunidades de traslado y
variables de integración social.
La deserción es el debilitamiento de las intenciones
iniciales que se ven influidas por las
propias percepciones y el análisis que hacen de su vida universitaria después
de su ingreso, siendo esta evaluación un valor crítico para su permanencia o
abandono. El comportamiento del adolescente-alumno está muy influido por sus
creencias y actitudes personales. La decisión de desertar está relacionada con
las conductas previas, la misma actitud que tienen hacia la deserción, así como
las normas subjetivas sobre estas acciones, todo lo cual genera “una intención
conductual”, que se materializa en un comportamiento definido. Existe una alta
probabilidad de abandono de los estudios cuando la familia, pares o normas no
llevan la misma direccionalidad, lo que deriva en un rendimiento académico
insatisfactorio, bajo nivel de integración social y, en consecuencia, baja
satisfacción y compromiso con la institución donde se estudia.
El problema de la retención se tiene que enfocar desde la
propia institución académica, en relación a los servicios y atención relacional
que ofrece a los alumnos. Tienen un rol importante variables como la calidad de
la docencia y las experiencias de los
estudiantes en el aula, los beneficios proporcionados por la institución a los
estudiantiles en salud, deportes, cultura, apoyo académico y docente: recursos
bibliográficos, laboratorios, y número de alumnos por docente. Estas variables
pertenecen al propio aspecto operacional de las universidades, siendo factible
su control y evaluación para su corrección en caso de fallas o acentuar las
variables positivas.