viernes, 30 de octubre de 2015

¿Dónde están los postulantes? La batalla se libra en Internet.



Comportamiento de  jóvenes de Latinoamérica y España.

La investigación, denominada “Mitos y verdades  sobre los teens en redes sociales”, indica que YouTube es una de las aplicaciones en las que más pasan tiempo los jóvenes entre los  17 y 19 años. Cuando los adolescentes no saben cómo hacer algo, esta red es uno de los primeros lugares al que recurren, junto con Google. La familia y los amigos recién aparecen en un tercer lugar, a la hora de resolver una duda.

¿Y qué es lo que buscan? Música es lo primero, le siguen los tutoriales y en tercer lugar las series y películas. Los videos graciosos son de más interés en países como Argentina y Perú. En cambio, en las preferencias por obtener tutoriales, son similares entre chilenos colombianos y ecuatorianos. 

Desde el 2008, cuando YouTube superó a Yahoo en la cantidad de búsquedas a través de su plataforma, es el segundo buscador a nivel global.  Su relevancia como buscador, sobre todo para las nuevas generaciones tiene que ver con los resultados que ofrece, que por un lado están muy asociados a las tendencias más importantes de búsqueda, como lo son “Bandas y músicos”, “¿Cómo...”, “Deportes”, “Recetas”, “Tecnología”, etc., donde YouTube ofrece contenidos audiovisuales en respuesta a sus necesidades.

Sobre el fenómeno si es algo que simplemente se quiere saber lo van a buscar en Google, pero el uso de YouTube para aprender cómo hacer algo es creciente. Según el estudio Micromomentos de Google, que lanzaron hace algunas semanas, y que muestra que la gente se conecta en pequeños momentos para resolver distintas necesidades, el 97% de los usuarios que buscan un video para realizar una tarea usa YouTube.

No se observa una competencia real entre entre Facebook y YouTube, la dos redes que encabezan el estudio. Las dos finalmente se complementan, además el crecimiento de YouTube, viene de la mano de esta nueva cultura de los youtubers, los que difunden su contenido a través de Facebook.

Facebook va un paso más adelante como empresa, porque el público joven que pasa más en YouTube,  también pasa mucho tiempo más en Instagram. La gente sabe de los nuevos videos de YouTube muchas veces porque le llega una notificación de otras redes sociales, como Facebook o Twitter.

En Chile, Facebook, YouTube e  Instagram, son las tres redes sociales que más usan los adolescentes chilenos entre los 14 y 19 años, es decir, el mercado de potenciales postulantes a las instituciones de Educación Superior.



Fuente: Findasense-La tercera.

lunes, 19 de octubre de 2015

Las EMOCIONES en las estrategias de Marketing Educativo.




Cuesta mucho tomar decisiones estratégicas y es difícil tomar decisiones fácilmente cuando se trata de personas. Los esfuerzos del marketing educativo tienen el objetivo de explorar nuevos caminos para persuadir a los jóvenes: debemos conocerlos para saber cómo satisfacer sus anhelos internos, seducirlos a través de impactantes historias que llamen su atención, analizar el mundo de los jóvenes desde la perspectiva de la humanización de las instituciones educativas, proyectar sensaciones, pensar en necesidades, expectativas, frustraciones, para generar satisfacciones racionales y emocionales a nivel consciente e inconsciente y que sean capaces de convertir los sueños del joven y sus padres en realidad.

Los jóvenes encuentran que el mercado educacional les satura con cientos de instituciones y propuestas similares, mientras ellos quieren que las marcas educativas les entreguen cosas especiales, mágicas, ilusionantes. La diferenciación entre las instituciones académicas se logra a través de los sentimientos,  logrando conexiones que hagan sentir confianza en esa marca que merece ser elegida por los valores que le genera al joven. La  marca educativa debe enamorar a los postulantes, inspirar y hacerle participar de sus emociones más profundas y que estén presentes en el  momento de la elección. Por ello, las emociones deben ser la principal preocupación de las instituciones educacionales.

La marca educativa de una institución debe estar llena de vida, sentido y contenido para el joven postulante. El mensaje debe ganar en notoriedad, veracidad, relevancia y persuasión a los ojos del joven,  generar percepciones, imágenes, experiencias y verdades subjetivas asociadas con la  institución o con su marca. Una mezcla de componentes racionales e inconscientes, reales e imaginados, vividos y proyectados, enraizados en los componentes afectivos del joven. Aspectos psicológicos latentes que se tienen que activar a través de los mensajes; despertar sentimientos con la marca educativa.

¿Qué asociaciones se pueden atribuir a una organización educacional? ¿Qué experimenta  el  postulante cuando entra  en contacto con una determinada marca  educativa?  ¿Qué les gustaría oír a las marcas educativas por parte de los jóvenes? Los sueños que son capaces de despertar en ellos. La seducción y las emociones están estrechamente ligadas a la hora de crear instituciones educacionales con éxito. Una buena historia que coloca a la institución en una posición donde se reconoce  y se identifica. Entonces, algo se despierta en el interior del joven. Una historia bien contada debe despertar los estímulos que permitan recordar los mensajes para lograr una actitud adecuada y animar al joven a conocer la institución. Las marcas educativas que consiguen enamorar se quedan en el recuerdo del joven objeto de esa comunicación. Conectar con esas emociones escondidas y latentes que los jóvenes están dispuestos a despertar ante las propuestas de marketing que mejor expresan sus sueños de futuro.   

¿Cómo trabajar una estrategia? Con un estado mental básicamente creativo e intuitivo, más que racional. Percibir, sentir, intuir, crear.  Dejar de estar sentados en el escritorio y dejar de ser nosotros. Convertirnos en postulantes y dejar que ocurran las cosas que ocurrirían como si se estuviera en un proceso de postulaciones. Como siempre, en las estrategias no hay nada escrito, ni fórmulas de aplicaciones  obligatorias o exclusivas. Hay que pensar, hay que inventar, en cada caso, lo eficiente o lo inesperado que pueda dar  una ventaja competitiva sobre la competencia y contarla  como beneficio propio y personal. 

Eso es lo que trata de resolver el marketing educacional. No piense solamente en la estrategia...enfóquese en las experiencias de los jóvenes, ellos le darán las respuestas.

miércoles, 14 de octubre de 2015

¡Se viene el Proceso de Admisión…hay que entregar folletos, señoritas!




Con esa frase, que yo he escuchado, ya empezamos mal. En muchas instituciones educativas suponen que entregar un folleto y explicar los atributos de la organización es cumplir con el Proceso de Admisión. Es el primer error. El proceso de admisión es una situación estratégica de comunicación, de persuasión, de convencimiento al postulante, quién se dio el trabajo de ir personalmente a la institución académica y es el momento de atenderlo como corresponde.

Cuando un postulante entra a la institución académica va decidido a pedir información personalmente, entre una serie de alternativas y opciones académicas  similares, y que están de acuerdo a sus necesidades estudiantiles. Ha visto la publicidad, ha visitado el sitio corporativo en Internet, fue a las ferias académicas, asistió a una charla en su colegio, le preguntó a sus amigos y ahora está ahí sentado frente a la persona que lo atiende. Depende de esa persona, la “señorita de admisión” que se quede o se vaya a la competencia. En otras palabras, está en manos del equipo de admisión el cierre final: la matrícula, como punto de término a la estrategia de marketing y publicidad que fue generada, hace varios meses, para que el potencial alumno fuera a la institución a pedir más información. Ya está ahí.

En el Marketing Educativo y específicamente en Admisión hay dos pilares importantes que son el mensaje que se entrega y la estrategia misma. Es necesario buscar el camino más accesible para desarrollar las tácticas, pero sin desviarse del mensaje central y de la estrategia general. Tener muy claro ese camino a seguir para poder concentrarse en la ejecución y  tomar decisiones acertadas, con conceptos consistentes para el público objetivo, diseñando, al mismo tiempo, el ritmo y las prioridades estratégicas en el proceso de admisión.

El primer requisito es contar con personal que atiende  con capacidades empáticas. La empatía es la capacidad que permitirá a las personas que trabajan en admisión imaginar los problemas e inquietudes de los postulantes desde múltiples perspectivas. Es ponerse en el lugar del joven para poder diseñar soluciones factibles y a la vez cercanas a las necesidades reales de los jóvenes postulantes que necesitan información. Es fundamental la capacidad de escuchar, de la persona que atiende  al postulante, atentamente, construir una solución sobre sus ideas sin juzgarlas y tratar de ir más allá  de lo explícito, intentando captar sus pensamientos, sentimientos y creencias. Tomar conciencia de los sentimientos, necesidades y preocupaciones  de los postulantes.

La mayor parte de los problemas con que se topa el  Proceso de Admisión en las organizaciones educacionales son de gestión: organización, planificación, control, resolución de problemas, toma de decisiones, planeamiento estratégico débil y difusión deficiente, etc.  Un problema complejo que debe tratar con un gran número de factores humanos, económicos, tecnológicos fuertemente interconectados. El equipo que se encarga de Admisión debe trabajar su propia estrategia específica que considere todas las variables de una situación esencialmente dinámica. El encuentro del personal de la institución con el postulante es diferente en cada ocasión. Hay que resolver todas las situaciones en el momento. No existe una segunda oportunidad. Todo es al 100%.

La atención al postulante en Admisión es una de las áreas más importantes de una institución educacional, porque representa a la organización en su conjunto, la que tiene el trato directo con los jóvenes, pero aun así muchos no se han dado cuenta de lo vital que es la calidad de atención de esta área para la imagen de la institución y de obtener resultados efectivos en las matrículas.

No se trata de entregar folletos y continuar hablando por celular o pintándose las uñas.