viernes, 25 de noviembre de 2011

Educación Superior: ¿Con cartón o sin cartón?

Parece que ahora mandan los “dropout” (desertores académicos)

En Chile llevamos casi medio año en paros y protestas porque los estudiantes quieren educación gratis y mejorar la educación. ¿Para qué? Seguramente para aumentar el paisaje de cesantes ilustrados que hay en nuestro país. Y menciono esto porque, me pregunto: ¿Solo un título lleva al éxito? Enfáticamente no. Recordemos que los grandes emprendedores de Internet, Zuckerberg, Gates y Jobs abandonaron la universidad para emprender sus propios negocios y “parece que les fue bien”. Esto que menciono también tiene relación también con el autor Michael Ellsberg que publicó una editorial en The New York Times preguntándose: ¿Los desertores salvarán a Norteamérica? Generando una gran discusión porque su tesis sostiene que quiénes solucionarán el desastre del desempleo en Estado Unidos no son los abogados, los doctores ni los profesores, gente con título universitario, que tienen muchos conocimientos pero que poco aprenden de habilidades para crear empresas, sino que los profesionales no tradicionales, aquellos que, sin la necesidad de educación formal, cuentan con las habilidades sociales y de crear redes de contactos, la creatividad y el respeto por los fracasos que se dejan en el camino, necesarias para emprender con éxito. Nuevas empresas, son sinónimo de más empleo.

Aprovechemos de mencionar la deserción universitaria en Chile. Dos de cada cinco estudiantes no terminarán la carrera que empiezan, siendo más alta la cifra de abandono en las universidades privadas. Pero el dinero no es la principal causa de deserción. El 70% de los universitarios que se retiraron de sus carreras lo hizo por razones vocacionales o por haber tenido malos resultados académicos.

Estudiar en la universidad para ser emprendedor o salirse de la universidad para iniciar una propia empresa requiere mucho sacrificio, mucho esfuerzo, mucha disciplina y también mucha dedicación. Darle fuerte cada día con gran perseverancia. Seguramente muchos estudiantes piensan que por tener un título tienen una aureola especial sobre la cabeza. La vida no empieza ni termina en un cartón. La calle enseña más que el aula. Se aprende que en el mundo real del trabajo nada es gratis.

Por ejemplo, para un académico es muy fácil decir hipotéticamente: “hagamos una campaña publicitaria para una empresa ficticia”, cuando en el mercado hay muchas empresas que necesitan campañas de verdad. Aprender del fracaso, del error templa el espíritu y da la fortaleza para seguir adelante. El mejor master o doctorado se aprende en la vida misma.

Un joven que desea emprender su propio negocio debe sacrificar muchas cosas para lograr sus objetivos, ser realista, partir de un sueño pero aterrizar rápidamente y lograr las cosas que imaginó. Lo importante para el joven es hacer lo que le gusta, con cartón o sin cartón, pero siempre queriendo ser destacado en lo que se hace. Hacerlo todo un ritmo diferente al que marcha la educación, eternamente lenta y discursiva.

Por eso, los estudiantes en vez de andar en grupo como las gallinas protestando por las calles, por qué no se ponen a pensar mejor que negocio o empresa podrían emprender. Ya han perdido más de medio año, que nunca más van a recuperar, solo para intentar estudiar gratis y salir con un título que no les asegura nada. En el mejor de los casos, ser empleado de alguien. Si Zuckerberg hubiera pensado como los estudiantes en protesta no tendríamos Facebook ni el tendría todo lo que tiene. Como muchos otros casos.

Si se junta un diploma y la propia capacidad de emprendimiento, mucho mejor.

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